La desaparecida "Cruz de La Laguna"
La Cruz de La Laguna estaba ubicada en un lugar aislado, en un punto del «atajo» habitual del camino real de Valleseco, que acompañaba las noches de bruma y luz de luna,... todos los ingredientes necesarios para que apareciera un «halo» misterioso,... y así surgió la leyenda del «Jacho de La Laguna»:
Cuentan,... «que todas las noches, en el lugar conocido como La Laguna, aparecía un hacho encendido que seguía trayectorias diversas. Esta misteriosa aparición luminosa se interpretaba como el alma en pena de una persona que, llevada de cierta cólera y de ideas anticristianas, se entretuvo en destrozar una cruz de esas que tanto abundan a la vera de los caminos de herradura y carreteras, rememorando fechas religiosas o desgracias personales. La cruz en cuestión recordaba el accidente, con pérdida de la vida, de uno que se dirigía a una «última» o casorio en el pago de Zumacal. El autor del desafuero, impresionado por ciertas apariciones y sueños, decidió embarcarse para la isla de Cuba, con el fin de olvidar correrías y creerse libre de alucinaciones. Refiere la leyenda que el tal murió allá, y su espíritu venía a penar seis meses en Canarias, en forma de «jacho luminoso», en lugar preciso donde él mismo destrozara la cruz de la leyenda, y otros seis meses en Cuba.»...
Cuentan,... «que todas las noches, en el lugar conocido como La Laguna, aparecía un hacho encendido que seguía trayectorias diversas. Esta misteriosa aparición luminosa se interpretaba como el alma en pena de una persona que, llevada de cierta cólera y de ideas anticristianas, se entretuvo en destrozar una cruz de esas que tanto abundan a la vera de los caminos de herradura y carreteras, rememorando fechas religiosas o desgracias personales. La cruz en cuestión recordaba el accidente, con pérdida de la vida, de uno que se dirigía a una «última» o casorio en el pago de Zumacal. El autor del desafuero, impresionado por ciertas apariciones y sueños, decidió embarcarse para la isla de Cuba, con el fin de olvidar correrías y creerse libre de alucinaciones. Refiere la leyenda que el tal murió allá, y su espíritu venía a penar seis meses en Canarias, en forma de «jacho luminoso», en lugar preciso donde él mismo destrozara la cruz de la leyenda, y otros seis meses en Cuba.»...
4 comentarios:
el que destrozó la cruz fue un alma en pena, pero de las que están metías en el Ayto
Y seguimos con lo mismo...Vaya pesadez Dios...
la verdad que en el ayto hay muchas almas en pena...
jajajajajaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
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