La cosecha de manzana de Valleseco se reduce un 95%

P.V.

Más de la mitad de la manzana que se cultiva en la Isla de Gran Canaria se recoge en el coqueto pueblo de Valleseco, por encima de Moya, Fontanales, Santa Lucía, Telde, San Mateo y Tejeda juntas. Pero este año el frío, la lluvia y el granizo han hecho de las suyas y provocado que la producción de la fruta sea “mínima”, apenas de un 5% con respecto a otras temporadas.

La recolección de la manzana comenzó a principios de septiembre y se espera que concluya a finales de octubre o principios de noviembre.

La manzana, para que crezca en condiciones óptimas, necesita “1.000 horas de frio”, pero no cualquiera, sino una temperatura de 5 a 7 grados centígrados, o lo que es lo mismo, “42 días de frío”, cuando lo que ha habido éste año son seis meses de frio. A ello se sumaron las granizadas, cuando los manzanos estaban en flor, que la quemaron. Un fenómeno así, no se daba desde hacía muchísimo tiempo.

En Valleseco hay censados 20.000 árboles de manzano, que dan por término medio unos 20 kilos de fruta por árbol (400.000 kilos de manzanas por temporada). En cosechas buenas, se sube a los 600.000 kilos de manzanas, unos 30 kilos de fruta por árbol.

La sidra ecológica va a suponer este año un tremendo bajón, aunque las manzanas de Valleseco también se utilizan para hacer repostería, vinagre y compota.

Éste año estamos hablando de 2 kilos por árbol, aunque en las fincas del Zumacal y La Laguna sube un poco la recolección, pero por encima del casco urbano de Valleseco, en el límite con Moya, se calculan incluso 2 kilos de manzanas por cada cinco árboles. Este año la producción ha bajado hasta un mínimo histórico.

En breve se plantarán 7.000 nuevos árboles de manzano en el municipio de Valleseco. Se intenta concienciar a los agricultores el cultivo en espaldera. Y es que con este sistema caben más árboles por metro cuadrado, la producción es mucho mayor y, además, es menos trabajoso cultivarlos, pues solo cogen dos metros de altura y el esfuerzo en podarlos y en la recolección es menor.

Lo bueno de esta atípica cosecha es que la manzana es más grande en las fincas de las zonas bajas, con lo que el sello de calidad que diferencia a la producción de Valleseco se potenciará bastante.